Más conocida en España como LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES, es sin duda alguna, la primera película moderna del sub-género de terror zombi, y en particular la "Opera Prima" del principal director de este tipo de films, George A. Romero.
Fue rodada en 1968 con un presupuesto irrisorio, en formato en blanco y negro, pero no por ello se mermó su calidad.
La trama de esta película recae sobre la resurrección de los muertos, debida al parecer, por la radiación de un satélite que se ha precipitado en una zona rural de Estados Unidos.
Estos cadáveres, pese a su lentitud de desplazamento y escasa inteligencia, tienen un comportamiento extremadamente agresivo contra cualquier persona viva, a la cual atacan inmediatamente, devorándola.
Cabe señalar que las personas que han sufrido heridas tras un ataque de estos seres, acaban sucumbiendo a la infección de las mismas, para resucitar posteriormente, atacando de nuevo a más personas vivas, continuándose este terrorífico ciclo.
Tras el pánico ocasionado por estos extraños acontecimientos, y la gran confusión creada en la población, varios supervivientes de los ataques de los "muertos vivientes" se refugian en una casa de campo. No obstante, sus depredadores cercan la casa impidiendo cualquier oportunidad de escape.
Esta tensa situación, llevará a los supervivientes a un estado límite, que ocasionará numerosas disputas entre ellos, y provocará un terrorífico final.
Ben (interpretado por Duane Jones) es un superviviente del ataque de estos seres en un restaurante. Tras zafarse a dura penas de sus agresores, consigue escapar del lugar a bordo de una furgoneta, pero tras quedarse sin combustible se refugia en una casa de campo, aparentemente deshabitada.
Bárbara (interpretada por Judith O'Dea) acude junto con su hermano Jonnhy a un cementerio con la finalidad de depositar unas flores. Mientras estaban en dicho lugar, uno de los muertos vivientes la ataca, pero tras la intervención de Jonnhy consigue escapar, no sin antes ver como este ser desnuca a su hermano matándolo.
Tras una huida bastante aparatosa del cementerio, consigue refugiarse en una casa de campo cercana.
Jonnhy (interpretado por Russell Streiner) es el hermano de Bárbara, con la cual acude al cementerio para depositar unas flores en la tumba de un familiar.
Mientras permanecían en dicho lugar, un extraño ser atacó a Bárbara, y éste intentó defenderla de este asaltante. Sin embargo durante el forcejeo contra el muerto viviente, se golpeó en la cabeza con una lápida quedándo inconsciente y a merced de su agresor.
Tom (interpretado por Keith Wayne) , junto con su novia Judy son sorprendidos por los muertos vivientes cuando se disponían a pasar unos días de acampada. Tras huir de estos seres, se refugian en el sótano de la casa de campo, junto con la familia Cooper.
Judy (interpretada por Judith Ridley) es la novia de Tom. Tras ser acosados por los muertos vivientes, resuelven refugiarse en una casa de campo cercana, junto con los miembros de la familia Cooper.
Harry Cooper (interpretado por Karl Hardman) viajaba en su vehículo junto con su mujer Hellen y su hija Karen, cuando fueron atacados por un numeroso grupo de muertos vivientes, los cuales volcaron el coche en el cual viajaban. Durante este ataque, uno de los muertos vivientes mordió a su hija Karen, dejándola malherida.
Helen Cooper (interpretada por Marilyn Eastman) es la esposa de Harry y la madre de Karen. Es una ama de casa abnegada y mantiene constantes discusiones con su marido. Su preocupación se centra en el estado de su hija, la cual está malherida tras ser mordida por un muerto viviente.
Karen Cooper (interpretada por Kyra Schon) es la hija del matrimonio Cooper. Tras un ataque de los muertos vivientes contra el vehículo en el cual viajaba su familia, resulta herida por uno de estos seres.
Una vez convergen todos los supervivientes en la casa de campo, debido al dramatismo de la situación por un lado, y a las diferencias personales por el otro, no tardan en suceder acaloradas discusiones entre ellos, sobretodo entre Ben y Harry Cooper, los cuales representan el coraje y la cobardía respectivamente.
En cuanto a Tom y Judy, son bastante neutrales en estas disputas, si bien empatizan más con Ben, ya que tampoco están dispuestos a adoptar una actitud pasiva en el sótano de la casa.
Bárbara por su parte, está desquiciada por los acontecimientos, y se muestra ausente de todo cuanto acontece en la casa.
Harry, temeroso por su familia decide adoptar una postura pasiva, encerrándose junto con su familia en el sótano de la casa, si bien Helen, le recrimina su cobardía y egoismo.
Ben sabe de sobras que el sótano es una trampa mortal, ya que en el caso de que los muertos vivientes logren entrar en la casa, este lugar no tiene más salidas, razonamiento que expresa a los demás supervivientes. Asimismo adopta una postura más activa, defensivamente hablando, fortificando las entradas a la casa, colocando barricadas en puertas y ventanas.
Con estos antecedentes, el menor de los problemas seran los muertos vivientes, ya que los enfrentamientos entre Ben y Harry Cooper desembocarán en un final tan inesperado como terrorífico.
