En 1985 George A. Romero dió por cerrada la trilogía de los muertos vivientes con EL DÍA DE LOS MUERTOS, una película que suponía una continuación de los sucesos narrados en las dos anteriores entregas.
En esta ocasión, el escenario es más terrorífico ya que los muertos vivientes dominan practicamente todo el planeta, y unos escasos supervivientes se han refugiado en una base militar subterránea.
En este asentamiento conviven tres estamentos claramente identificables: personal científico, personal civil y una pequeña dotación militar que proporciona seguridad al complejo.
Debido a la angustiosa situación que padecen, no tardan en surgir enfrentamientos, sobretodo entre el personal científico y el militar.
Sarah (interpretada por Lori Cardille) es una miembro del personal científico de la base y está centrada en obtener una respuesta sobre la infección que ha desolado a la humanidad.
El hecho de ser la única mujer en el refugio le reportará diversos problemas por la tensión acumulada entre los supervivientes.
John (interpretado por Terry Alexander) es un piloto de helicópteros cuya principal misión es reconocer las ciudades cercanas a la base en busca de posibles supervivientes.
Por su carácter tranquilo y práctico se mantiene al margen de las disputas entre el personal científico y el militar.
McDermott (interpretado por Jarlath Conroy) es un especialista en comunicaciones que mantiene buena amistad con John.
Al igual que su compañero John, se mantiene al margen de todo cuanto acontece entre los supervivientes. No obstante, demuestra tener mas simpatía hacia el personal científico.
Rhodes (interpretado por Joseph Pilato) es un capitán del ejército de los Estados Unidos, y tras la muerte de su superior se pone al mando del destacamento militar que protege la base.
De carácter tiránico y déspota, mantiene numerosos enfrentamientos con los miembros del personal científico, ya que para que éstos puedan proseguir con las investigaciones los soldados a su mando tienen que obtener especímenes con el consiguiente riesgo que ello supone.
También tenemos al Dr. Logan (interpretado por Richard Liberty) que es un científico algo desquiciado motivo por el cual es apodado por todos los miembros de la base como Dr. Frankestein.
De carácter excentrico y poco ortodoxo en cuanto a la metodología de las investigaciones que realiza, consigue que un especímen zombi abandone su natural agresividad hacia los seres humanos.
Miguel (interpretado por Antone Dileo) es uno de los soldados bajo el mando de tiránico capitán Rhodes.
Mantiene cierta relación íntima con Sarah, lo que le acarrea ciertos problemas con el resto de sus compañeros. Para complicar aún más las cosas, su estado de ánimo es preocupante y está a punto de derrumbarse, lo que supone un grave problema para las misiones de reconocimiento y captura de nuevos especímenes para el personal científico.
La historia comienza con una misión de reconocimiento que los supervivientes realizan a bordo de un helicóptero, y al observar una ciudad de considerables dimensiones proceden a aterrizar el aparato en búsca de posibles supervivientes.
La búsqueda en esta ciudad resulta infructuosa, ya que está completamente invadida por innumerables muertos vivientes, como todas las exploradas con anterioridad, por lo que suspenden esta misión regresando a la base.
Una vez en la base, parte del personal militar se dirige hacia una misión para capturar especímenes en unos túneles cercanos a la base, pero la misma casi resulta fatal debido a la incapacidad de Miguel y motiva otro enfrentamiento entre Sarah y el personal militar.
La situación en el seno de la base es cada vez más insostenible, los científicos no obtienen resultados que ayuden a solventar la situación contra los muertos vivientes y los militares confián cada vez menos en el trabajo que realizan los investigadores.
Rhodes por su parte, convierte toda la misión en una operación militar y amenaza a los científicos con abandonar el proyecto, ya que ha perdido demasiados hombres, y exige a los investigadores una solución para poder enfrentarse con éxito a los muertos vivientes.
Gracias a la intervención del Dr. Logan en una de las reuniones que se llevan a cabo entre todos los miembros de la base, Rhodes le facilita más tiempo al personal científico para encontrar una solución que beneficie a todos.
Uno de los éxitos, relativamente hablando, del Dr. Logan es Bub, un especímen zombi que tiene "amaestrado" y que carece de cualquier comportamiento agresivo contra los seres humanos. No obstante, este "éxito" no es del agrado del capitán Rhodes.
No obstante, los enfrentamientos que posteriormente surgen entre estos dos colectivos supondrán la causa definitiva de caida del refugio y con todos los miembros de la base en una constante lucha por la supervivencia.
