Tras varias semanas de completa incertidumbre, los diferentes medios de comunicación por fin aseveran unánimemente un hecho hasta el momento imposible de concebir, por motivos desconocidos los muertos cobran vida de nuevo y atacan a cualquier persona que se cruce en su camino...
Las reacciones a esta noticia son tan numerosas como dispares, unos la califican de patraña típica del cine de la clase B, otros se mantienen bajo un síndrome de negación colectiva ante este fenómeno, negándose a aceptarlo, algunos preconizan una especie de castigo divino, y por último, los fanáticos de las teorías conspiratorias, argumentan que algún experimento secreto de algún gobierno salió mal...

La comunidad científica expone varias hipótesis acerca de este suceso, las corrientes de opinión van desde una contaminación por radiación cósmica de algún satélite que se ha precipitado a la atmósfera terrestre hasta la experimentación con armas biológicas.
Más claro lo tienen los dirigentes de las innumerables creencias religiosas, que pese a expresar estos acontecimientos con diferentes denominaciones, todas coinciden sin excepción, que se trata de un castigo divino.
En cualquier caso los hechos son claros, ya que el personal médico de los distintos hospitales y centros de salud, manifiesta todos los pacientes que han acudido a estos hospitales aquejados de algún tipo de herida producida por alguno de estos seres, han fallecido como a consecuencia de una extraña e irrefrenable infección que ha resultado infructuosa de combatir con todos los antibióticos y antivirales disponibles.
Todas y cada una de estas víctimas, momentos después de fallecer, han reactivado su actividad corporal con ciertas limitaciones tanto físicas como psíquicas, presentando un cuadro de semi-inconsciencia y una extremada agresividad homicida contra toda persona que se encontrara cerca.
Con todo lo que está sucediendo he decidido llamar a Alex, seguro que él tiene alguna idea para afrontar esto…